Yakarta, Indonesia a 27 de mayo.-El último rinoceronte macho de Sumatra, cuya edad era de 35 años, murió luego de una prolongada enfermedad, confirmaron autoridades.
“Se hizo todo lo posible por salvarlo… la causa de muerte estaba relacionada con la vejez y la insuficiencia multiorgánica, pero se revelarán más detalles después de que se complete el informe de la autopsia”, indicó la ministra de Turismo, Cultura y Medio Ambiente de Malasia, Christina Liew.
Asimismo, dijo que el genoma vivo de “Tam” se conservará para el cultivo celular, ya que se espera que con las tecnologías emergentes, aún pueda contribuir con sus genes a la supervivencia de la especie.
El Departamento de Vida Silvestre de Sabah dijo el sábado que la salud de “Tam” se deterioró en los últimos meses.
El rinoceronte murió rodeado de guardias dedicados y personal veterinario de la Alianza de Rinocerontes de Borneo que lo habían cuidado desde 2008.
“Tam” fue capturado por un equipo de vida silvestre en agosto de 2008. Tenía aproximadamente 20 años en ese momento.
Mourning Tam: Sabah’s Last Male Sumatran Rhino. A statement from
Susie Ellis, PhD, Executive Director, International Rhino Foundation https://intlrhinofoundation.wordpress.com/2019/05/27/mourning-tam-sabahs-last-male-sumatran-rhino/ …
En su página web International Rhino Foundation señaló que “los conservacionistas esperaban que “Tam” pudiera reproducirse naturalmente con “Imán”, una hembra que fue capturada en 2014, así como con “Puntung”, que fue sacrificada en 2017.
Sin embargo, “Tam” no tenía esperma de alta calidad y ambas hembras tenían tumores que impidieron la concepción.
Como no tuvieron otra opción, se recurrió a la tecnología reproductiva avanzada e intentaron producir embriones mediante la fertilización in vitro que podría colocarse en rinocerontes sustitutos.
“Los éxitos observados con estas técnicas en otras especies han dependido de muchos años de investigación con animales fácilmente disponibles. Con un conocimiento limitado sobre la fisiología reproductiva del rinoceronte de Sumatra y las complejidades de convertir las células en el laboratorio en embriones viables, estos métodos fueron, en el mejor de los casos, una gran posibilidad”, afirmó.
