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Incautados 600 reptiles protegidos a una red de tráfico de animales

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INTERNACIONAL, 20 DE JUNIO.-
Tortugas de caja manchada, salamandras, varanos originarios de Australia y Nueva Zelanda, distintas variedades de Iguanas Fiji, camaleones y lagartos sudafricanos. Son animales protegidos y que, en algunos casos, pueden alcanzar los 50.000 euros en el mercado negro. Más de 600 ejemplares de estos reptiles exóticos habrían acabado en manos de coleccionistas europeos si la Guardia Civil no hubiese detenido a 9 personas que integran una red de tráfico de animales en España. Los detenidos, que han sido puestos a disposición de un Juzgado de Arganda del Rey (Madrid), están acusados de contrabando, pertenencia a organización criminal, falsedad documental, delitos contra la fauna y maltrato animal, según han informado este lunes fuentes del instituto armado. La Guardia Civil también está investigando a otras 8 personas por pertenecer presuntamente a esta red. Parte de los 600 reptiles incautados han sido trasladados a centros especializados y otros siguen al cuidado de algunos miembros de la red y a disposición del SEPRONA.

Los detenidos, originarios de Castellón, Madrid, Granada, Barcelona y Toledo, introducían los ejemplares con mulas, documentación irregular e incluso con documentos de identificación de animales legalizados pero que pertenecían a otros reptiles que habían muerto. Por lo que, según explican las autoridades, cuando los países daban por válido estas identificaciones, también se expedían certificados oficiales que “garantizaban” su cría en cautividad.

Los miembros de la organización criminal compraban los ejemplares en varios países de América, Asia, África y Oceanía y contaban con una red de colaboradores en distintos países que se dedicaban a la captura y adquisición de los animales, la importación ilegal y el aporte de la documentación irregular.

La operación, bautizada como Jungla V, se inició tras varias denuncias de ONG y con información remitida por autoridades holandesas, cuando detuvo en el aeropuerto de Ámsterdam a tres españoles con más de 200 reptiles en maletas, valorados en más de 150.000 euros. Los animales procedían de México y su destino final era Madrid.

En la investigación han colaborado 17 países. La Guardia Civil ha llevado a cabo siete registros y dos inspecciones en domicilios y almacenes en las provincias de Madrid y Castellón. Muchos de estos animales eran vendidos en ferias especializadas como Terraristik en Hamm (Alemania) o Expoterraria, que se celebra en distintas ciudades españolas. Los animales podían acabar en cualquier destino de Europa o eran nuevamente exportados fuera de la Unión Europea.

Seprona ha afirmado que el destino de los animales son los coleccionistas privados. “Algunos empiezan con pequeñas iguanas y terminan con reptiles muy exclusivos”, ha comentado José Manuel Vivas, portavoz del Seprona y jefe de la Unidad Central Operativa Ambiental (UCOMA). “Es la primera operación de este calado en España en cuanto a reptiles. Afecta a numerosos países y tenían una red perfectamente organizada y jerarquizada con redes en todos los países donde operaba que incluye hasta a veterinarios que falsificaban certificados”, ha precisado Vivas.

El tráfico de animales está considerado como una de las actividades delictivas de ámbito transaccional que mayores beneficios económicos reportan. La venta ilegal de estos animales ocasiona un fuerte impacto en la biodiversidad en algunos territorios del mundo.

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