Chihuahua, Chihuahua(NDS).- Una escena propia de una película de guerra es la que se vive en la región centro sur, luego de que la Comisión Nacional del Agua incrementara el flujo de extracción de la toma de la presa Boquilla con la intención de trasladarla al estado de Tamaulipas. El repudio, el hartazgo, el enojo y el miedo son los sentimientos que se viven entre los productores quienes conocen que sin este líquido el sector morirá.

Desde la tarde noche del miércoles que se incrementó de 35 a 110 metros cúbicos por segundo la extracción de la presa Boquilla y que se alertó a los productores, no se han dejado de sentir las movilizaciones, durante la noche tomaron la carretera federal a la altura del seccional de Lázaro Cárdenas, posteriormente se fueron cerca de una gasolinera, en ambos puntos detuvieron el tráfico y solo permitían a aquellos que demostraban tener un problema de salud o la necesidad médica.

Por la mañana de este jueves la situación empeoró, ni siquiera la recomendación de un tapabocas y evitar la aglomeración de personas para disminuir el riesgo de contagio del COVID-19 impidieron que cientos de productores quemaran unidades motoras.

En Lázaro Cárdenas fueron dos tráilers, estos a un costado de la carretera, mientras que, en Delicias, las manifestaciones se encrudecieron con las autoridades federales, sacaron 4 unidades de la CNA que se ubica a pocos metros de las vías del tren en donde prendieron fuego y dejaron que se calcinaran en su totalidad.

Agricultores de todas edades, acompañados de sus esposas e hijos buscan la manera de llamar la atención de las autoridades federales para que dejaran de sacar el agua que con sacrificios y precauciones se tiene dentro de la presa Boquilla, la mas grande del estado, pero no termina de llenarse.

“Vamos a quemarlas todas”, era el grito unísono que se escuchaba cuando decidieron tomar las unidades de la policía federal que también se encontraba a dos cuadras de las vías del tren.

Ahí la intención de causar daño y la sed de justicia no se sofocó, ni con con las 4 unidades quemadas anteriormente y ahora pedían la unidad blindada de los cuerpos policiacos federales, aquella que es utilizada en casos de enfrentamientos con gruesos calibres, fue movida por un tractor y decenas de personas que entraron al área de estacionamiento donde los elementos federales se resguardan cuando se encuentran en la ciudad.

Mientras la policía local, Protección civil y el departamento de bomberos quedaban atónitos, siguiendo las maniobras de la gente, sin poder intervenir, buscando que el daño sea solo material y no se ponga en riesgo la seguridad de los participantes.

Al ver la unidad blindada “Rino” en movimiento, y que los elementos federales comenzaron a grabarlos, nuevamente se enardeció la gente y acudieron a sacar otras dos unidades ahora estas patrullas, que finalmente llevaron hasta las vías del tren.

Aun no era mediodía y los reportes de que, en el municipio de San Francisco de Conchos, donde se ubica la presa Boquilla, los productores habían comenzado entre palos y piedras a luchar con la Guardia Nacional aposentada desde la noche del miércoles en las instalaciones del embalse.

Esto volvió a avivar los ánimos y terminaron por incendiar las dos patrullas de los elementos federales, una de ellas que tal vez por descuido tenía aún varios casquillos útiles que dentro de la unidad detonaron, sin que se presentaran personas lesionadas.

Los gritos y las inconformidades por las acciones a tomar comenzaron a hacerse presentes ya no había un frente fuerte en contra del gobierno federal, pues algunos productores y dirigentes exigían seguir con la quema de unidades y se amenazaba con que ahora fueran las instalaciones, mientras que otros pedían cordura y tiempo para ver la respuesta de las autoridades, pero en este punto ya no hubo acuerdo y hasta la una de la tarde no se veía una solución al conflicto.