Los ‘youtubers’ se lanzan al rescate del mar

Los youtubers Mr. Beast y Mark Roberts han vuelto a poner toda su capacidad de movilización como influencers planetarios por una buena causa. Tras el rotundo éxito de su campaña #TeamTrees (#EquipoÁrboles en inglés), en la que fueron capaces de recaudar 20 millones de dólares para reforestar el planeta, los youtubers han centrado esta vez su atención en la basura que flota en los océanos.

Tras #TeamTrees llega #TeamSeas (EquipoMares en inglés). El objetivo: recoger más de 16 millones de kilos (30 millones de libras) de basura del mar. Para alcanzar una meta tan ambiciosa han seguido la misma estrategia que la primera vez, lanzando una petición de ayuda al resto de la comunidad de creadores de contenido en Youtube.

• Tras recaudar más de 20 millones de dólares para reforestar el planeta, los ‘youtubers’ Mr. Beast y Mark Rober centran ahora sus esfuerzos en la basura del mar
• Tras el éxito de #TeamTrees llega #TeamSeas, que pretende recaudar 30 millones de dólares con los que retirar 30 millones de libras de basura del océano
• La campaña ya ha recaudado 13 millones de dólares y la cifra sigue aumentando

Cientos de canales de éxito han recogido el guante e invitan a sus seguidores a contribuir en la campaña. Esa la exponencialidad de la petición a través de Youtube difundida de primera mano por youtubers a sus fans ha sido la clave del éxito que esperan ser capaces de repetir.

Mr. Beast, cuyo nombre real es Jimmy Donaldson, y Mark Rober son creadores de muchísimo éxito con audiencias millonarias. Mr. Beast es una de las cuentas más seguidas de la plataforma, con más de 73,6 millones de suscriptores. Para que se hagan una idea, el vídeo en el que lanza su campaña de recaudación de fondos amasa ya más de 33 millones de reproducciones.

La clave de su éxito es tan sencilla como temeraria. Mr. Beast es famoso por sus vídeos en los que regala verdaderas fortunas. Desde una casa como propina al repartidor de pizza, vender una mansión por 1 dólar o montar un concesionario de coches gratis, a comprar toda la comida de un supermercado para repartirla entre los más necesitados después. El joven reinvertía el dinero que generaban sus vídeos en los siguientes proyectos.

Cuanto más dinero hacía, más dinero regalaba. Tanto que su propia madre tuvo que ponerse al frente de las finanzas del canal, al borde de la bancarrota a pesar de contar con audiencias mareantes. Una mente brillante capaz de exprimir como nadie los complicados vericuetos del algoritmo de Youtube.