Visitantes de un parque de diversiones en Canadá quedaron atrapados durante 30 minutos en un juego mecánico después de que este experimentara una falla. El incidente ocurrió en el juego conocido como “Martillo”, una popular atracción de feria.

La causa de la paralización fue un atasco en los controles del juego mecánico. Los pasajeros quedaron en una posición invertida de cabeza por un período de 30 minutos, con un ángulo de 180 grados, después de que la atracción se detuviera mientras estaba en movimiento.

Inicialmente, algunos de los usuarios pensaron que la situación era parte de la experiencia, pero rápidamente se dieron cuenta de que no podían descender del juego mecánico y comenzaron a entrar en pánico.

Testigos afirman que el personal del parque no respondió de inmediato al incidente, lo que llevó a una prolongada espera en esta incómoda posición. Incluso hubo reportes de una persona que se desmayó debido al susto y al tiempo que pasaron en esta situación.

Una vez que finalmente fueron liberados, el personal médico del parque atendió a los pasajeros. El parque emitió un comunicado en el que aseguró que “los visitantes fueron descargados de manera segura y evaluados por el personal de primeros auxilios antes de ser devueltos al parque”.

Tras el incidente, el “Martillo” fue temporalmente cerrado, y se llevará a cabo una investigación para determinar las causas de la falla en pleno funcionamiento.

Los visitantes que vivieron esta experiencia traumática expresaron su temor, planteando dudas sobre si volverían a subir a atracciones similares en el futuro. Una pasajera que estuvo involucrada en el incidente comentó: “Solo estoy pensando: la próxima vez que vaya a este parque, ¿me atreveré a subir a estas grandes atracciones? Porque ahora tengo miedo”.

En una historia impactante de un divorcio conflictivo en Perú, una mujer llamada Yumiko tomó la drástica decisión de demoler su propia casa de tres niveles para evitar entregársela a la familia de su ex esposo. El conflicto se originó por la propiedad del terreno en el que estaba construida la vivienda, que pertenecía al padre de su ex esposo. Aunque Yumiko luchó legalmente por mantener su casa, perdió la batalla y el tribunal ordenó su desalojo.

La historia detrás de esta decisión radica en que su esposo la abandonó para irse con otra mujer, y su suegro demandó a Yumiko para reclamar el terreno. A pesar de que ella argumentó que había construido la casa con esfuerzo propio, perdió en los tribunales y se le ordenó desalojar. En un acto de determinación y orgullo, Yumiko decidió demoler su propia casa antes de entregarla a la familia de su ex esposo.

La demolición de la vivienda comenzó el 22 de septiembre y se volvió viral en las redes sociales, generando un debate acalorado en la comunidad de Chancay, Perú. Yumiko se esforzó por mantener su propiedad, pero finalmente optó por destruirla para evitar que otros se beneficiaran de su arduo trabajo.

En un video se muestra cómo un grupo de migrantes mexicanos aprovechó la reparación del muro fronterizo en Tijuana para cruzarlo a toda prisa, ¡incluso con sus mascotas! Mientras los trabajadores estadounidenses realizaban reparaciones en la valla fronteriza, los migrantes vieron la oportunidad perfecta y no dudaron en cruzar corriendo.

La escena capturada en video mostró a personas y hasta a un perrito cruzando el muro. Los obreros no intervinieron, solo observaron la escena. Este evento se ha vuelto recurrente en las últimas semanas en la zona de Playas de Tijuana, una de las principales rutas de cruce para los migrantes en busca del “sueño americano”.

A pesar de estas travesías, muchas veces los migrantes terminan entregándose a las autoridades estadounidenses en busca de asilo o visas humanitarias.