Toluca, Estado de México(NDS).- “Mis tres opciones son estas, escúchalas, pero no sientas gacho. Hay de tres sopas: o me matan, o me suicido o muero aquí de viejo, es lo único que hay para mí, ¿va? Es lo que hay”, dice Oscar Guzmán, el asesino de Villa Santín, a su madre durante una llamada telefónica.

En el registro auditivo, obtenido por Héctor de Mauleón, se escucha a Oscar aceptar que es un asesino: “tampoco es como para que me la esté pasando chido, ¿no?”, cuenta a su madre al referirse a la manera en que transcurren sus días mientras es procesado.

“‘Lo acepto’, fue lo que le dije al detective cuando me entregué. Le dije ‘mira, yo nada más quería que mis mascotas estuviesen bien. Si mis mascotas están chidas, de mí que sea lo que sea’”, continúa Oscar después de que su mamá le pregunta cómo está. En seguida le confirma que fue él quien mató a su papá, que fue el quien también mató a la hermana del novio de su madre.

Oscar quiere saber sobre sus perros, “yo no importo. ¿Y mis mascotas?”. Su mamá responde que sus perros están en un lugar donde atienden a los animales de compañía. “Ahorita me dijeron que tienen al Gronda hasta allá, no me acuerdo en que, esteee, ¿cómo le dicen? Allá donde cuidan perros, pues”, explica la mamá para calmar la angustia de su hijo.

Ante las evasivas de Oscar, la mamá insiste en saber cómo se encuentra: “ya que sea de mí lo que sea”, repite él. “Tú tranquila, tú ni me entierres”.

Pero la mamá insiste y le cuenta que empezará los trámites para ir a verlo; le dice que el miércoles temprano conocerá a la abogada y que también lo acompañará a la audiencia: “no, no, no. No quiero que me veas así, no manches…”.

Mamá: Pero estás… ¿no estás golpeado? nada?
Oscar: ¿Golpeado? ¡Noooo! Y si me golpean, no te preocupes, no pasa nada. Si te llegan a decir que se suicidio en la celda, no pasa nada; si te llegan a decir que lo descuartizaron. No pasa nada.
Mamá: No, hijo, no me digas eso.
Oscar: Tú sigue con tu vida. Mira, es lo que puede pasar aquí, es lo que me puede pasar aquí y lo acepto.

A la mitad de la conversación, cambian de tema y Oscar pide a su mamá que le lleve artículos de higiene personal: papel de baño, jabón, shampoo, cepillo de dientes, “gel, que en las audiencias me veo de la porquería”.

“Échale ganas, hijo”, alienta su madre, pero Oscar le dice que “se la van a dejar caer bonito”. Apenas lo están juzgando por el asesinato de Jessica, pero ya lo investigan por las cinco anteriores, “de aquí no salgo, en ataúd nada más”.
Oscar: Pues ya me tengo que ir… te cuidas.
Mamá: Sale hijo, te quiero mucho. Yo también te quiero mucho mucho…
Oscar: Chale, jefa, hasta me haces sentir mal, todavía me dices que me quieres.
Mamá: Yo siempre te he querido hijo y te voy a querer siempre y lo he dicho… A mí me importa lo que haya pasado, yo siempre te voy a querer, eres mi hijo y te voy a querer siempre [se le quiera la voz], escúchalo, siempre…
Oscar: Pues sale, jefa, pues te dejo ¿va?
Mamá: Besitos y de todos modos mañana, primeramente dios, allá te caigo, ¿va?

Te cuidas. Bye

Orale pues, cuídate.