El papa Francisco ha pedido la «prohibición universal» de la maternidad subrogada, calificándola como una práctica «deplorable» que comercializa el cuerpo humano. En su discurso anual ante el cuerpo diplomático, instó a la comunidad internacional a comprometerse en la prohibición de esta técnica, argumentando que va en contra del respeto a la vida humana, especialmente la del niño no nacido.
El pontífice destacó que la maternidad subrogada no solo ofende la dignidad de la mujer y del niño, sino que también se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre. Haciendo hincapié en que un hijo es un don y no un objeto contractual, hizo un llamado a la prohibición universal de esta práctica.
Francisco lamentó la persistente difusión de una «cultura de la muerte» en Occidente, donde, en nombre de una falsa compasión, se descartan a niños, ancianos y enfermos. También criticó fuertemente la teoría de género, considerándola «extremadamente peligrosa» por borrar las diferencias en su intento de igualar a todos.
Cabe mencionar que la Iglesia católica se opone a la gestación subrogada, describiéndola como una técnica inhumana. En el pasado, el papa argentino ya había expresado su desaprobación hacia esta práctica. Además, el Vaticano indicó en 2023 que los hijos de parejas del mismo sexo podrían ser bautizados, ya sean adoptados o nacidos por maternidad subrogada.