Un incidente sorprendente ocurrió en el Aeropuerto Internacional Louis Armstrong en Kenner, Luisiana. Un pasajero de un vuelo de Southwest Airlines saltó por la salida de emergencia antes de que el avión despegara con destino a Atlanta. Este individuo, en un acto caótico, intentó robar una camioneta en la pista de aterrizaje, provocando pánico entre los demás pasajeros.

El suceso fue capturado en un video que circuló en redes sociales, mostrando a los pasajeros descentrados mientras abandonaban la aeronave. Afortunadamente, los funcionarios de Southwest Airlines lograron detener al individuo en la pista antes de que pudiera escapar con el vehículo.

Tras el incidente, el pasajero fue llevado a un hospital local para evaluación, y aunque no se presentaron cargos penales a nivel local, las autoridades federales estadounidenses han asumido la investigación. El vuelo, un Boeing 737 MAX 8, tuvo que esperar antes de despegar, generando comentarios en redes sobre la creciente ansiedad al viajar en avión.

Juárez, Nuevo León: una discusión entre un conductor de aplicación y un invitado a una boda desató un atropellamiento masivo. El incidente ocurrió afuera del “Salón Acueducto” durante la celebración de la boda. El conductor, enojado tras una pelea, regresó con otros conductores y atropelló a los presentes.

La descontrolada situación provocó la muerte de una mujer de 20 años, Yesenia Guadalupe Sosa, y su bebé de un año y nueve meses, Sofía Noemí Rodríguez Sosa, quienes viajaban en un auto volcado durante el incidente. Cinco personas resultaron heridas, incluido el secretario de Desarrollo Urbano de Juárez, Esaú González Arias.

El caos también dejó en evidencia la violencia de la persecución, con imágenes impactantes de un automóvil rojo arrollando a los asistentes a la boda. La suegra de Yesenia relató que la joven era una buena madre que trabajaba para mantener a su familia.

En México, el reclutamiento de mujeres por parte del crimen organizado ha experimentado un preocupante aumento en los últimos años, según un informe de International Crisis Group. Entre 2017 y 2021, el porcentaje de mujeres en prisión por delincuencia organizada pasó del 5.4% al 7.5%. Este fenómeno se atribuye a la falta de oportunidades y protección en el país, así como a estrategias criminales que aprovechan la percepción de menor sospecha hacia las mujeres.

El estudio revela que las mujeres son reclutadas principalmente a través de sus parejas o debido al consumo de drogas en áreas empobrecidas, a menudo provenientes de entornos donde han experimentado abuso. Para muchas, unirse al crimen organizado se percibe como una forma de autodefensa en áreas con altos índices de violencia de género. Además, la participación ofrece autonomía financiera y una sensación de dignidad.

Las mujeres en estas organizaciones ocupan diversos roles, desde ladronas de autos hasta líderes de células criminales, y son reclutadas por sus habilidades para pasar desapercibidas y mantenerse fuera del radar de las autoridades. Sin embargo, una vez dentro, se ven obligadas a ejercer mayor violencia para demostrar su autoridad, enfrentando estereotipos de género.

El informe destaca la difícil realidad que enfrentan las mujeres que intentan abandonar el crimen organizado, ya que sus hijos a menudo son amenazados o reclutados como represalia. Ante esta situación alarmante, International Crisis Group propone soluciones, como la creación de centros comunitarios y de reinserción que brinden tratamientos sin necesidad de internar a las mujeres, junto con guarderías, atención médica y formación laboral.