Ecuador en crisis: Tercer día de estado de excepción ante oleada de violencia criminal

Ecuador afronta su tercer día bajo estado de excepción tras declarar una guerra interna contra 22 organizaciones criminales. El país vive el terror de bandas criminales y narcotraficantes, con un saldo de al menos 10 muertos desde el lunes, más de un centenar de policías y personal penitenciario retenidos, agresiones a periodistas y numerosos ataques armados.

Guayaquil, epicentro del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa, ha sido especialmente afectada. El ataque a la sede del canal TC Televisión en la ciudad aumentó el pánico, llevando a la población a refugiarse en sus hogares. Militares custodian las calles alrededor de la sede presidencial en Quito, mientras la ciudadanía vive con miedo y precaución en su día a día.

La ofensiva de organizaciones criminales vinculadas a carteles de México y Colombia ha desencadenado una serie de acontecimientos, incluyendo la fuga de líderes criminales como Adolfo Macías, alias «Fito», y Fabricio Colón Pico. Esto ha provocado motines en cárceles, retención de guardias y la declaración de estado de excepción en todo el país, con un toque de queda de seis horas.

La preocupación internacional se ha manifestado con el rechazo de varios países, incluyendo Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, Estados Unidos y la Unión Europea. Francia y Rusia han advertido a sus ciudadanos que eviten viajar a Ecuador, y Perú ha declarado estado de emergencia en su frontera con el país.

La situación se agrava debido al aumento del narcotráfico en Ecuador en los últimos años, convirtiéndolo en un nuevo bastión para las bandas enfrentadas entre sí, pero unidas en su conflicto contra el Estado. El presidente Daniel Noboa, el más joven en la historia del país, ha declarado el país en «conflicto armado interno» para hacer frente a las bandas, pero la violencia persiste.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, atribuye la crisis a una «política antidrogas equivocada», generando la expansión de bandas internacionales. Propone abordar la situación con políticas de empoderamiento juvenil, incluyendo conectividad, cultura y educación superior, más allá de la militarización. La situación en Ecuador sigue siendo preocupante, con la comunidad internacional observando de cerca los acontecimientos.