El sábado 30 de noviembre se rindió un emotivo homenaje póstumo a Silvia Pinal, considerada la última gran diva del cine de oro mexicano. Desde las primeras horas del día, miles de admiradores se congregaron en las afueras del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, decorado con flores blancas y elementos simbólicos, para despedir a una de las figuras más icónicas del cine y la televisión nacional. Por deseo de la familia, Silvia Pinal fue vestida de blanco y resaltada con un labial rojo.

Dentro del recinto, el escenario se embelleció con una alfombra roja y una imponente fotografía de la actriz en su época dorada, acompañada por un arreglo floral enviado por Luis Miguel en homenaje a la diva. Las primeras en realizar la guardia de honor fueron las descendientes directas de Silvia Pinal: Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán, Michelle Salas, Giordana Guzmán y Camila Valero.
Durante el evento, Claudia Curiel de Icaza, Secretaria de Cultura, ofreció un discurso en el que destacó la importancia de Silvia Pinal en la historia del cine y la televisión mexicana. Resaltó cómo sus interpretaciones de personajes femeninos revolucionarios abrieron camino para nuevas generaciones de actrices y narrativas que abordaron temas sensibles en la sociedad.
Sylvia Pasquel, hija mayor de la actriz, agradeció a todos los asistentes y al público que los ha acompañado en estos días difíciles. Entre sus palabras, recordó a su madre no solo como una artista excepcional, sino como un pilar fundamental en su vida personal y profesional. Por su parte, Alejandra Guzmán expresó su gratitud hacia quienes admiraron a su madre y reconoció el orgullo de ser parte de su legado. Conmovida hasta las lágrimas, agradeció a Silvia Pinal por todo lo que hizo por su familia, calificándola como eterna e inolvidable.